«Wojtyla… Cada
vez que la virtud mengua, yo me manifiesto. Ése es el motivo
de mi carta. Nunca hemos caído tan bajo. Te escribo para
que reacciones, para que derribes los ídolos de un templo
en el que sólo hay mercaderes y superchería, para
que recuperes la dignidad antes de morir (…). Yo no vine a
fundar iglesias, sino a desmantelarlas…»
Texto transgresor y polémico
sobre una de las figuras más universales de nuestro tiempo.
Una reflexión ético-religiosa sobre este fin de milenio
de interés para todo aquel que sienta cualquier tipo de inquietud
espiritual. El autor nos presenta la carta que Jesucristo hubiera
escrito a Juan Pablo II, en un tono duro, crítico, provocador
y documentado.
|