| "Para empezar, y por si acaso, ríete 
              de todo, porque nada importa nada". En 'El Sendero de la Mano 
              Izquierda' dicta Fernando Sánchez Dragó su primer 
              testamento vital, aunque forzosamente provisional, porque el viaje 
              de su existencia aún no ha terminado.   El 
              autor resume su personalísima filosofía -el arte de 
              vivir (y también el de morir)- en ciento ochenta y un preceptos 
              basados en el sentido común, en la cultura y, sobre todo, 
              en la experiencia. Lo que aquí se nos brinda es un código 
              de conducta subversivo, nietzscheano, pagano, más oriental 
              que occidental, transgresor, liberador, heterodoxo y radicalmente 
              opuesto al discurso de la modernidad. Algunos de sus mandamientos 
              no necesitan de explicación alguna; otros van acompañados 
              e ilustrados por sugerentes estampas poéticas, filosóficas 
              y narrativas.  Una sorprendente invitación 
              a la ética, a la sabiduría y, por ello, a la felicidad. Premio Espiritualidad Martínez 
              Roca 2002.
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